Con frecuencia nos encontramos con la extendida creencia de que los dientes de leche no son realmente importantes. Al no ser dientes permanentes muchos opinan que da igual si se pican o se rompen, ya que en poco tiempo serán reemplazados.
Pero nada más lejos de la verdad. En realidad el cuidado de los dientes de leche tiene que ser el mismo que el de los dientes definitivos ya que son muy importantes por diversas razones:
- Estos dientes temporales sirven para que el niño pueda comer, sonreír y hablar correctamente.
- Guardan el espacio de los dientes permanentes, por eso si se pierde uno antes de tiempo, puede provocar que los dientes vecinos se muevan, causando más adelante problemas de espacio para los dientes permanentes.
- Las raíces de los dientes de leche son absorbidas por el propio organismo, reutilizando los componentes para terminar de remineralizar los dientes permanentes. Si falta un diente, esto puede dificultar el proceso fisiológico.
- Sin dientes de leche, el hecho de hablar se dificulta, ya que cumplen una función imprescindible dentro de la fonación.
- La ausencia de esos dientes dificulta el desarrollo de las estructuras maxilofaciales, tanto a nivel óseo como muscular.
- Además unos dientes de leche picados favorecen la aparición de caries también en la dentición permanente. Además, si un diente primario tiene caries y llega a afectarse la pulpa, puede verse afectado también su sucesor permanente.
Por todos estos motivos es necesario de concienciar a los más pequeños en cuidar su higiene bucal ya que no sólo evitaremos infecciones en la boca y sino que podremos prevenir futuros problemas en los dientes definitivos.
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Fuente
http://www.bocasvitis.com/
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